viernes, 20 de febrero de 2015

Don Bartolomé Romero y Montero, ex-diputado

Sesiones de 1820


Por Esperanza Cabello

 Curioseando por las sesiones de las Cortes Españolas de los primeros tiempos, hemos descubierto muchos datos interesantes relacionadas con nuestro pueblo, entre ellos esta "esposicion", presentada a las Cortes  en agosto de 1820.
Ya sabíamos que don Bartolomé Romero y Montero, sobrino y a la vez yerno de don  Pedro Romero y Montero, fundador de la ermita de San Pedro (de él hemos hablado en varias ocasiones) había sido el responsable del ayuntamiento de Ubrique en 1810 (en este enlace) y que posteriormente fue Diputado en las Cortes. 
Curiosamente consta como diputado por Granada, pero hemos de explicar que Ubrique pertenecía a la serranía de Ronda, que a su vez pertenecía al reino de Granada, y que hasta 1820 no se le concedió a Málaga la titularidad de la provincia de su nombre. Precisamente lo hemos leído en la sesión de las Cortes del 29 de agosto de 1820, justo la que nos interesa hoy.
Continuamos con don Bartolomé Romero y Montero. Decíamos que fue diputado en las Cortes por Granada:



También sabemos que fue uno de los diputados firmantes del manifiesto enviado al rey Fernando VII que podemos leer en este enlace:

Representación y Manifiesto que algunos diputados a las Cortes ordinarias firmaron en los mayores apuros de su opresión en Madrid para que la Majestad del Sr. D. Fernando el VII a la entrada en España de vuelta de su cautividad, se penetrase del estado de la Nación, del deseo de sus provincias, y del remedio que creían oportuno

 

Y fue precisamente el haber firmado ese manifiesto lo que costó más de un disgusto a don Bartolomé con posterioridad, puesto que en esa época de tanta inestabilidad política lo que un día era admirable y admirado al siguiente era denostado por todos.
De esa forma don Bartolomé Romero, una vez terminada su etapa como diputado, volvió a su pueblo, Ubrique, y seguramente siguió haciendo política aquí, porque la sociedad constitucional de Cádiz envió una queja a las Cortes ya que don Bartolomé paseaba libremente por sus calles, expresaba su opinión y desacreditaba las nuevas instituciones...


  Acta de la sesión del 29 de agosto de 1820

 "Las Cortes quedaron enteradas de la esposicion con que el ayuntamiento de Málaga les daba las gracias por haber separado aquella provincia de la de Granada, declarando á la ciudad de Málaga, cabeza de la misma.


Se dio cuenta de una esposicion en que la sociedad constitucional de Cádiz representaba á las Cortes con motivo de hallarse en la villa de Ubrique, paseando libremente, extraviando la opinión y desacreditando las nuevas instituciones don  Bartolomé Romero y Montero, uno de los 69 exdiputados que firmaron la representación de 12 de abril de 1814.

Esta esposicion dio margen á varias contestaciones, tanto sobre la dirección que se le daría como sobre las medidas que se adoptarían, con respecto al individuo de que se hacía mérito en ella. Habiendo indicado el señor secretario que la esposicion pudiera pasar al gobierno, se opuso el señor Sancho diciendo que nada podía hacer el gobierno, pues el exdiputado Romero y Montero se hallaba desde luego á disposición de las Cortes, como todos los demás que firmaron la representación del año de 1914. Instó el señor Ledesma para que se le pusiese en reclusión como estaban sus compañeros. Pidió el señor Romero Alpuente que la esposicion pasase a comisión encargada de dar su dictamen acerca de los referidos exdiputados, para que con urgencia le diese sobre este asunto. El señor Crespo Cantolla, individuo de la misma comisión, manifestó que esta había extendido ya su dictamen, y que en cuanto estuviese puesto en limpio le presentaría al congreso, por lo cual era inoportuno pasarle la esposicion de que se trataba. El señor Cortés, apoyando la opinión del señor Ledesma, fue de parecer que la esposicion pasase al gobierno para que se averiguase al verdad, y tomase las providencias convenientes con respecto al exdiputado Montero.
El señor Palarea opinó que se había faltado al decreto en el que el Rey mandó poner en conventos á los ex diputados que en 1814 firmaron la representación en que le aconsejaron no jurase la Constitución: que en ese supuesto la esposicion de la sociedad constitucional de Cádiz debía remitirse al gobierno, encargándole averiguase la verdad del hecho, y resultando cierto exigiese la responsabilidad á la autoridad que hubiese faltado. Con este motivo leyó el señor Izturiz las indicaciones siguientes que firmaron luego los señores  Desprat, Florez, Estrada, Romero, Alpuente, Gutierres Acuña, Diaz del Moral, Navarro (don Felipe). Quiroga, Solanot y Palarea".


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Podemos continuar leyendo este debate en el Diario de las actas y discusiones de las Cortes, aunque no sabemos a ciencia cierta qué pasó con don Bartolomé, si finalmente le ordenaron que se enclaustrara o pudo seguir tranquilo en su pueblo hasta el final de sus días.
La última referencia que encontramos de don Bartolomé en las actas de las Cortes es esta:







Así es la vida, un hombre que había vivido por su pueblo, que había luchado contra los franceses, que había representado a los serranos en el congreso, que había trabajado por reinstaurar el orden político y social en su país, y diez años más tarde "se halla pervirtiendo el espíritu público en la villa de Ubrique".

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2 comentarios:

José María Cabello dijo...

Desde luego me impresionas Esperanza como investigadora.El tema del liberalismo en Ubrique merece la tesis de algún universitario de nueva hornada así como del obrerismo yugulado en la incivil.Leo en este momomento el libro de Sigler.Y ya que hablamos de jurisdicción civil podríamos hablar de la eclesiástica que tiene "miga" haber pasado en menos de diez años de Málaga a Sevillano a Cadiz y a Jerez-Sidonia. Mi aportación seria muy superficial porque las fuentes están en los respectivos obispado.Besos

Esperanza Cabello Izquierdo dijo...

Gracias, tito.
Si que sería una buena idea, la verdad es que hubo mucho movimiento en nuestro pueblo durante esos años tan convulsos.