martes, 2 de enero de 2018

El retrato de Manuel Cabello restaurado por Salvador Romero

Manuel Cabello Janeiro, años setenta
Fotografía restaurada por Salvador Romero Venegas




Por Esperanza Cabello

Tener amigos es algo estupendo, de eso no cabe duda, pero tener amigos artistas es aún mejor, porque en cualquier momento te pueden sorprender con una obra de arte, como la recuperación de esta fotografía de nuestro padre.
La habíamos utilizado ayer, un poco ajada y amarillenta, para felicitar en el grupo "Ubrique en el Recuerdo" a todos los que se llaman Manuel o Manuela, y hoy nos hemos encontrado con una magnífica sorpresa en nuestro correo. Salvador nos la ha enviado retocada y restaurada.
La fotografía está limpia, reluciente, sin marcas y sin dobleces, y podemos ver a nuestro padre guapo y elegante, como era siempre.
Salvador Romero es un fotógrafo ubriqueño de los de siempre. Fabricante de profesión, ha sabido compaginar el arte de la marroquinería con el arte de la fotografía y en varias ocasiones nos ha sorprendido con sus increíbles trabajos.
Tuvo en su niñez una relación estrecha con nuestra familia (nuestros tíos nos hablan de él con mucho cariño) y desde que comenzamos con nuestro trabajo en el grupo nos ha ayudado en muchas ocasiones, proporcionándonos fotografías o, como hoy, mejorando las que tenemos. Nos gustó especialmente el trabajo que hizo con unas fotografías de entrega de premios de Misión Rescate en las que estaban nuestros padres y Adolfo Suárez (en este enlace).
Por eso queremos agradecerle públicamente estos detalles, a la vez que no queremos dejar pasar la oportunidad de "lucir" una fotografía de nuestro padre tan apuesto y garboso.
¡Gracias, amigo!


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Nota de las 20:00: Nuestro tío José María ha dejado un entrañable comentario en las redes sociales que no podemos dejar de transcribir aquí:

La verdad es que el arte fotográfico de Salvador lo tengo comprobado en otras aportaciones a este grupo.Y personalmente me une a su persona el mismo recuerdo cariñoso que le tienen mis hermanas, ayudándoles en la tienda durante su adolescencia. Pero la obra realizada en esta foto, me resulta especialmente sensible. Y es que recuerdo tanto a mi hermano, que esta foto lo representa en su plenitud. No siento mayor orgullo que cuando mis paisanos me dicen !Cómo te pareces a tu hermano! Hace años - próximos a sus paseos por el jardín del Edén- por la cercanía de Ronda y el numeroso grupo de su generación visitaba calle la Bola, muchos me sorprendían con la comparación a la que me fui habituando.Pero mi sorpresa es que hace unos veinte días coincidí en consulta medica - que es mi segunda vivienda habitual- con una paisana de la generación de mis sobrinos, para mi desconocida.
Mi sorpresa fue grande cuando me espetó, respetuosa:"!Cómo se parece Vd. a su hermano!!"En un crescendo ya casi olvidado pasé a la sorpresa, de ésta a la alegría y enseguida a la admiración. Contesté,de inmediato con mi respuesta de siempre: "Es el mayor elogio que pueden hacerme.Para mi, es un orgullo que recuerden a mi hermano."
 Esta vez, quien me hablaba era Sole, catedrática de latín en uno de los institutos de Ronda. Ubriqueña, sobrina del carismático Sebastian Macias, quien - por cierto- se inició como marroquinero en la petaqueria de abuelo Paco. Y es....que Manolo y yo, desde niños, nos admirábamos y nos queríamos.

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