miércoles, 18 de octubre de 2017

Las petacas de Ubrique: industria primorosa

 Portada del periódico Las dominicales
Madrid, 15 de junio de 1906
Hemeroteca Digital B.N.E.     


Por Esperanza Cabello

De vez en cuando hacemos descubrimientos fantásticos. Por mucho que hayamos ojeado los periódicos de la Hemeroteca Digital, por mucho que hayamos revisado las palabras clave y por muchos que nos dejamos los ojos con periódicos antiguos, siempre llega el día en el que todo el trabajo merece la pena y la satisfacción es estupenda.

Y este es el caso. Hemos podido leer en un periódico de 1906 de tirada nacional, Las Dominicales, el artículo que escribiera Rafael Coveñas Orellana, hermano pequeño de nuestra tatarabuela Isabel Coveñas (pinchar en este enlace para saber de ella) a propósito de la historia de las petacas en nuestro pueblo. 
Es un artículo que hay que leer, pues nos habla de cómo comenzaron las petacas aquí, las "bastas" y las "entrefinas", que se fabricaban con las pieles curtidas en Ubrique, y cómo a partir de 1890 comenzó a trabajarse con pieles finas traídas de Alemania, lo que hizo que el número de fabricantes se multiplicara y con él de de operarios, creciendo las ventas y las importaciones de forma increíble.
También es un artículo que predice el futuro, pues nos auguran un espléndido porvenir industrial de seguir con esos patrones de calidad.
Estamos pues, encantados de aportar este testimonio "familiar" para la historia de la marroquinería ubriqueña, testimonio que transcribimos íntegramente a continuación.














LAS PETACAS DE UBRIQUE
INDUSTRIA PRIMOROSA


               Atraen los ojos del madrileño en los escaparates del comercio, las petacas, carteras y otros artículos de piel llamados de Ubrique, por el primor con que están confeccionados y la delicadeza y pureza de sus perfiles. Movidos por la curiosidad de saber algunos detalles sobre esta fabricación, honra de la industria nacional, dirigimos algunas preguntas á persona muy discreta de allí, la cual nos ha hecho la merced de contestar con la siguiente carta:
                “Señor Director de LAS DOMINICALES: Muy señor mío: Recibí oportunamente su estimada carta 23 Mayo último, que tengo mucho gusto en contestar, para referirme al asunto que interesa.
                La fabricación de petacas en ésta se creó hace cincuenta o sesenta años, pero hasta hace quince ó veinte no empezó a tener alguna importancia, porque se concretó a hacer casi exclusivamente la obra basta y entrefina, cuya producción quedaba cubierta con el consumo de esta comarca. Ambas clases eran elaboradas con pieles curtidas en estas fábricas (porque también hay de quince á veinte de esa industria) existiendo entonces, tan solo, dos ó tres fabricantes dedicados al negocio.
                Desde el año 1890 á esta fecha, ha tenido esa industria una importancia tal, que hoy existen doce fábricas de petacas, carteras y otros artículos de piel, dedicándose todas en la mayor parte de su trabajo á la elaboración de prendas con pieles finas (procedentes de Alemania) además de hacer las primitivas clases basta y entrefina.
                Así como la exportación de hace veinte años carecía de importancia, y por consiguiente pasaba inadvertida, hoy es grande la demanda del artículo en todas las provincias de la Península, extendiéndose á Canarias, Baleares, Cuba, Méjico, Argentina y algunos más países.
                Los operarios invertidos hoy, pueden calcularse en doscientos (de ambos sexos) que son base ó principio del sostenimiento de otras tantas familias.
                Tenga usted presente que el cosido de cuanto elaboran dichas fábricas es hecho á mano por las operarias de las mismas.
                Anoto este detalle por ser el que da valor y mérito á la fabricación.
                Supongo que los datos expuestos podrán satisfacer el deseo de usted pero, sin embargo, si cree precisas algunas más notas, tendrá gusto en transmitirlas su muy atento y afectísimo s.s.q.b.s.m.,
                PP DE RAFAEL COVEÑAS ORELLANA


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                Reciban nuestra más cordial enhorabuena todas las personas que han contribuido en aquel rincón de la provincia de Cádiz á honrar de tal modo la industria nacional. Recíbanla especialmente las buenas andaluzas que con sus delicadísimas manos saben confeccionar productos tan primorosos.
                Compitiendo esos artículos de Ubrique con los ingleses, en tersura y pureza de forma, les llevan mucha ventaja en la baratura, de suerte que tienen asegurado un espléndido porvenir industrial.
                ¡Así se honra el país!
                Ubrique, que se ha conquistado ya en Madrid un nombre, se lo conquistará por todas partes, adonde se extienda su comercio.
                Muchas enhorabuenas y muchos votos por la creciente prosperidad de aquel bello pueblo de la sierra gaditana, esa admirable tierra, vivero de todas las delicadezas de la idealidad y de la poesía.
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NOTA. Que no pasen inadvertidas estas líneas á los comerciantes españoles de Buenos Aires, para que  popularicen por allí este artículo con honor de la industria de su país y provecho del público argentino; que se vea por los escaparates de la gran ciudad el letrero de Petacas de Ubrique.


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