lunes, 6 de junio de 2016

Un nuevo cuadro de Juan Rodríguez Cabas en Cuenca

Rodríguez Cabas en Cuenca
Años cincuenta
Gentileza de Antonio Bohórquez Jiménez


Por Esperanza Cabello

El pasado mes de abril nuestro amigo Antonio Bohórquez Jiménez nos envió este cuadro de Juan Rodríguez Cabas, justo después de habernos enviado aquel tan precioso del puente de tablas de Ubrique.
Por aquellos días estábamos muy ocupados preparando la entraga de la cartera de don Serafín Bohórquez y, lamentablemente, se nos olvidó del todo hacer la entrada.
Hoy, revisando los correos, hemos visto la amable carta de Antonio y hemos pensado que, mejor que explicar nosotros mismos el cuadro, recuperaremos sus palabras.

 "Para vuestro catálogo os envío fotografía de este cuadro de JRC, de 90 x 70 cm, que me regaló, poco antes de morir, mi tía Consuelo Sánchez. Siempre me pregunté donde habría pintado ese paisaje y mira por donde, al ver en tu blog la publicación sobre un cuadro en Cuenca me acerqué a la firma y vi que ponía también Cuenca 1951.
Por transmisión oral sé que, poco después de casarse, en 1950, mi tío Paco andaba buscando alguien que le hiciera un cuadro vestidos con la ropa de boda. Por casualidad, un día, de vuelta a su casa, creo que por la calle Alvareda o por Rosario, entre Tetuán y Méndez Núñez vio a un pintor trabajando  en un bajo y se acercó a él y, gustándole su estilo, le encargó el trabajo del cuadro de boda. A partir de ahí nació una amistad que llevó incluso a apadrinarle a un hijo. JRC, como buen pintor, llevaba una vida muy bohemia y con muchas estrecheces económicas.
   Fue mi tío, creo, el que lo llevó a pintar a Ubrique, estando una temporada en La Atalaya, entonces propiedad de mi familia, siendo ése el motivo por el que tanto mi tio como mi padre tuvieran varios cuadros suyos.
   Cuando comenzó el boom de la Costa del Sol, allá por los sesenta, Juan Rodríguez Cabas se marchó a Torremolinos y se dedicó a pintar para los turistas, abriendo una tienda de souvenirs y siendo entonces cuando ganó dinero.
   Aunque recuerdo haberlo visto alguna vez de pequeño, fue cerca de los ochenta cuando me lo encontré en casa de mi tío a quien había ido a visitar con motivo de una bonita exposición que había hecho en Sevilla. Fué la última vez que lo ví y cuando más tiempo estuve charlando con él".
 
 
Muchísimas gracias, Antonio, por este nuevo cuadro y por estas explicaciones. Ahora conocemos por qué Rodríguez Cabas llegó a Ubrique, y cómo llegó a entablar amistad con nuestro abuelo Leandro, que tenía gran amistad con tu familia.
Y disculpa el retraso en la publicación, nos encantará publicar todos los cuadros que puedas enviarnos, así este catálogo que hacemos continuará aumentando. Este nuevo óleo hace el número 39.
 
 
 
 

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