lunes, 10 de noviembre de 2014

Francisco García Sarmiento, el sacerdote antequerano que dejó huella en Ubrique

Don Francisco García Sarmiento
En el libro de Fray Sebastián



Por Esperanza Cabello

Francisco García Sarmiento (Antequera, 1837- Málaga, 1901) es uno de los personajes que, sin ser ubriqueño, dejó una gran huella en nuestro pueblo. Debió de ser toda una revolución, a juzgar por las palabras de los que lo conocieron, poder oír a este insigne orador en el púlpito de la iglesia.
Conocemos su vida gracias a Fray Sebastián, pues el historiador ubriqueño dedicó todo un capítulo de su obra "Historia de la Villa de Ubrique" a este sacerdote, que llegaría a ser deán de la catedral de Málaga, la última ciudad en la que ejerció su ministerio hasta su muerte en Antequera en  1901.
Hemos encontrado muy pocos datos de su vida en internet, suponemos que en los registros y archivos religiosos debe de haber muchos más, porque la importancia de García Sarmiento, además de haber "revolucionado" con su oratoria  los fieles ubriqueños y sevillanos, se centra exclusivamente en la religión.

Francisco García Sarmiento nació en Antequera en 1837, y llegó a Ubrique recién ordenado sacerdote; de familia pudiente, se dedicaba a su ministerio con soltura y devoción, haciendo que todo el pueblo se volcara con él y que todos estuvieran estusiasmados con el nuevo párroco.
Para pena de muchos, en 1886 tuvo que irse del pueblo, soplaban aires de república y el obispado de Málaga lo envió de nuevo a su ciudad natal, Antequera, como cura ecónomo de San Miguel.


 Página de la Cofradía de la Soledad de Antequera

En Antequera siguió dedicado al sacerdocio y puso un gran empeño en los trabajos de restauración de la Iglesia del Carmen, trabajos para los que, junto a su hermano José, depositó una gran cantidad de dinero. A pesar de que "nadie es profeta en su tierra", la personalidad cercana y desprendida de Francisco García Sarmiento hizo que sus paisanos lo apreciaran y lo estimaran tanto como en Ubrique, lugar que ocuparía siempre un espacio en su corazón, seguramente por haber sido su primer destino como sacerdote.
Desde entonces y hasta su muerte Francisco García Sarmiento fue hermano mayor de la Cofradía de la Soledad de Antequera, precisamente en la capilla de Nuestra Señora de la Soledad está enterrado este sacerdote antequerano.



Turismo de Antequera: La Iglesia del Carmen

Por eso en la Iglesia del Carmen de Antequera le fue dedicada la capilla de la Epístola, una de las más representativas y destacadas del templo.
Durante el tiempo que estuvo destinado en Antequera, Francisco García Sarmiento gozó del afecto de sus paisanos y de una tranquilidad que lo hizo replantearse sus estudios.
Según Fray Sebastián de Ubrique, 


 Historia de la Villa de Ubrique
P. Fray Sebastián de Ubrique


De su paso por la Catedral de Sevilla también tenemos pocos datos, sabemos que bautizó al Beato Manuel González García

 Bautizo del Beato Manuel González García en 1886

 O que fue uno de los firmantes, junto a Mateos Gago y a muchos religiosos más, de una de las cartas dirigidas a Menéndez Pelayo en 1881 dándole sus parabienes.

 
 Carta a Menéndez Pelayo
Biblioteca Virtual Menéndez Pelayo
 

Francisco García Sarmiento estuvo en la catedral de Sevilla entre 1881 y 1896, llegando a ser uno de los más prestigiosos predicadores de este templo y convirtiéndose en arcipreste. Ya en 1896, y siempre según Fray Sebastián, fue elegido deán y  rector del Seminario de Málaga, lugar en el que pasó los últimos días de su ministerio hasta que se retiró a su ciudad natal poco antes de su muerte, en 1901.

En Ubrique fue recordado durante mucho tiempo por su religiosidad y por su devoción, también por plantar cara a todos los problemas sin pestañear. De hecho, se le dedicó una calle en el centro del pueblo "Deán García Sarmiento", denominación que se mantuvo muchos años pero que no se conserva en la actualidad.


Fray Sebastián, que habla con devoción del deán, nos dice que cuando tenía once años, le presentaron al deán, puesto que su tío Sebastián Coveñas lo llevó al seminario de Málaga y que a partir de este encuentro decidieron su futuro su tío Sebastián Coveñas y Francisco García Sarmiento, en la época rector del seminario malagueño.




 Fray Sebastián de Ubrique junto a su amigo Francisco García Parra
y su sobrino Manuel León, en el Rodezno de Ubrique


Hemos visto que en alguna página en internet y en algunos escritos se confunde, en "un error funesto" al antequerano Francisco García Sarmiento  con el ubriqueño Francisco García ParraSiempre nos había parecido muy divertido que alguien se equivocara y confundiera  Sarmiento (vástago de la vid) con Parra (vid propiamente dicha), pensando que se trataba de un despiste semántico, porque la diferencia entre ambos hombres es notable: el primero era sacerdote, un gran orador y un hombre del siglo XIX; el segundo un ubriqueño con estudios y un erudito apasionado por la historia, por la naturaleza, por su pueblo y un hombre del siglo XX ... siempre nos ha recordado a nuestro padre.
Ya advertimos de esta simpática metedura de pata en este enlace, cuando nos referíamos a don Francisco García Parra, pero ahora, al volver a ver la misma equivocación en un cartel en la exposición del Centro de Interpretación de la Historia de Ubrique,  hemos reflexionado hasta encontrar el origen del error: Fray Sebastián de Ubrique dedica uno de los capítulos de su libro "Historia de la Villa de Ubrique" al religioso Francisco García Sarmiento,  y al mismo tiempo en las primeras páginas agradece a su buen amigo, Francisco García (Parra), del que hemos hablado en tantas ocasiones en nuestro blog, su ayuda y su apoyo para la redacción de la obra. 
Pero ya no queda lugar para esta equivocación: Francisco García Sarmiento fue sacerdote en Ubrique en la segunda mitad del siglo XIX, mientras que Francisco García Parra fue un ubriqueño culto y erudito, apasionado de la historia y la fotografía,  y el gran amigo y colaborador de Fray Sebastián de Ubrique, al que ayudó con las fotografías y la bibliografía para su "Historia de la Villa de Ubrique".


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