lunes, 14 de julio de 2014

Carta abierta. No al maltrato




Por Esperanza Cabello
Escribiendo en femenino singular

Cuando explico a mis alumnos que mi mayor aspiración es que al salir del instituto tanto sus padres como nosotros podamos estar orgullosos de ellos como personas, resumo en una sola frase qué es la educación para mi.
Y hace muchos años que estoy muy orgullosa de ser maestra en mi pueblo y, por supuesto, que estoy muy orgullosa de mis alumnos.
Ahora me he dado cuenta de que necesito algo más, una herramienta que me ayude a hacer entender a un grupo de adultos que la mejor manera de promocionar un pueblo no es añadiendo una fiesta con animales a nuestras fiestas populares.
Necesito volver a estar orgullosa de mi pueblo, no decepcionada ni indignada ni avergonzada con el curso de los acontecimientos.
Necesito borrar los sambenitos: los antiguos, que ya estaban casi borrados (¡Cuánto ha costado que los medios de comunicación no se burlasen más de nosotros!) y el que quieren crear ahora. No puedo soportar que gracias al chiste fácil hayamos dado la oportunidad de que nos satiricen.

Quiero que alguien respete los sentimientos y la opinión de tantos ubriqueños que damos la cara y trabajamos a diario por estar orgullosos de nuestro pueblo y que no queremos, de ninguna manera, que haya sueltas de toros de lidia por nuestras calles. Éramos el modelo más civilizado de la sierra, no maltratábamos a los animales en nuestras calles, nos sentíamos orgullosos de nuestra modernidad. ¿Por qué ese paso atrás?
Quiero que mi pueblo no esté dividido y dañado, que reparen esta brecha abierta que cada vez duele más.
Quiero que alguien sea sensato y rectifique, o que alguien, más sensato que nosotros, nos haga rectificar.
Quiero que alguien retome el camino sano de la cultura, de las buenas tradiciones, de hacer de nuestro pueblo un referente en calidad, en prestigio, en maestría, que sigamos recuperando nuestro patrimonio, que promocionemos un buen turismo, de calidad, que cuidemos y honremos a nuestros mayores, que sigamos ocupándonos de quienes lo necesitan, que sigamos arreglando nuestras calles y buscando trabajo para quien no lo tiene.
Quiero que el nombre de Ubrique brille con luz propia, sin manchas, sin peros, sin retrocesos.
Quiero poder seguir estando orgullosa de mi pueblo.

No perdamos nuestra senda, no nos lo merecemos.





NOTA del 16 de julio: 
Comencé esta carta haciendo referencia a mis alumnos, y a lo feliz que me siento cuando, al terminar en el instituto, me siento tan orgullosa de ellos.
Hoy uno de mis alumnos, Manuel Janeiro Menacho, ha publicado en su blog un artículo de opinión, de la opinión de un chaval de diecisiete años, que hace que me sienta orgullosa de él de todas las formas posibles. En este enlace podemos leer su opinión.
¡Bravo Manuel! 


3 comentarios:

Unknown dijo...

Esa biblioteca, esa mediateca que pude disfrutar un tiempo. El trastero biblioteca del campito, o la construcción de estanterías de obra en Rota para luego jugar al Scrubble. Discos de pink floyd, Sivio o Les Luthiers, La divina comedia, Bocaccio y el efímero egocentrismo de verme entre ellos. Mi pequeño barrio latino de Rayuela con maga incluida...no comparto el orgullo patrio, no puedo, pero lo admiro.

Esperanza Cabello Izquierdo dijo...

Yo también pensé un tiempo que no podría, que no hablaba el mismo idioma que los demás, pero, quizás con los años, te vas dando cuenta de que muchos sí hablamos el mismo idioma, y que en muchos más hay cosas admirables.
Un beso, Antonio

Ana E. Venegas dijo...

Estimada Esperanza, mi historia personal me ha demostrado que lo que yo quiero no siempre puede ser, que lo que yo creo justo hay personas que no lo ven así y desde que me conozco en este país tengo un problema en enrolarme con las mayorías, así que casi siempre pierdo y se imponen otros. En este momento pienso que no era necesario un evento donde la gente se divierte porque un toro corre atemorizado por las calles mientras hay otros acontecimientos que nos ponen en el mapa de la creatividad, el diseño y la cultura como el del Concurso de Pintura Rápida, sin embargo, y a la vista de los resultados es lo que quiere la mayor parte del pueblo, sólo queda seguir trabajando en la educación de las personas, son muchos años de cultura taurina y yo misma veo cierta estética en la fiesta, aunque no estoy orgullosa de esa parte de mí. Ana E.Venegas