jueves, 29 de mayo de 2014

El curato de Grazalema

El diario de Madrid, 17 de octubre de 1810



Por Esperanza Cabello

Hace unos días hablábamos de la venta de varias fincas y montes de la Sierra en 1810 decretada por José Napoleón Bonaparte para sufragar las deudas del Estado (en este enlace).
Hoy, en el mismo diario de Madrid de 1810, hemos leido una nueva noticia curiosa: cómo José Napoleón nombraba a varios clérigos para el curato de algunos pueblos del obispado de Málaga. En esa época aún pertenecíamos a esa zona, así que, entre ellos, hemos encontrado al recién nombrado cura de Grazalema, don Bartolomé Martín, que ocupaba esa plaza al haber  ascendido a la de Ubrique su antecesor:


Don Josef Napoleón por la Gracia de Dios y por la Constitución del Estado, REI de las Españas y de las Indias.
Atendiendo al mérito y circunstancias de los opositores á los curatos vacantes en el obispado de Málaga, por lo respectivo al último concurso celebrado en aquella diócesis; oído nuestro ministro interino de Negocios eclesiásticos, nombramos:
Para el curato de la parroquia de la villa de Grazalema, vacante por ascenso de su último poseedor al de Ubrique, á don Bartolomé Marín, presbítero, beneficiado de Marbella.
Para el de Casabermeja, vacante por muerte de don Nicolás Tayante, á don Pedro Muñiz, cura propio de la Viñuela.
Para el de la parroquial de Jubrique, vacante por fallecimiento de don Alonso García, á don Francisco Ranedo, clérigo diácono.



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