sábado, 15 de junio de 2013

José Sánchez Bazán, un ubriqueño añorado

Don José Sánchez Bazán
Dirigiendo la Coral de Ubrique


 Por Francisco Javier Sánchez Pozo


            José Sánchez Bazán (Pepe Bazán)



Nace el 12 de Junio de 1922 en el seno de una familia compuesta por su padre, Francisco Sánchez Guerrero. Su madre, Ana Bazán Viruez y cinco hijos de los cuales él es el mayor.

Las penurias en las que entonces se vive hacen que vaya a la escuela hasta los doce años solamente a pesar de que su maestro, viendo las cualidades que tiene, se ofrece para pagarle unos estudios más allá de lo que se les enseña a los niños. Quiere que sea maestro, como él, pero las condiciones de la familia no están como para que se dedique a los estudios, aún sin tenerlos que costear, en lugar de colocarse ya en una fábrica para realizar los trabajos que hacen los chicos de su edad y así aportar una ayuda económica en casa. Ello no le quita que, al haber nacido con una condición de autodidacta extraordinaria, además de aprender el oficio de marroquinero siga estudiando por su cuenta en los ratos libres.

Desde pequeño, aparte de jugar como todos los niños, ya comienza a despertar en él su interés por la música. Dicho interés irá aumentando con los años hasta llegar a convertirse  en una enorme afición por la misma (pasión, amor y devoción solo la va a tener en su vida para con su familia). Es por esa afición musical por lo que, aún siendo un chaval de 14 años, se incorpora a la Banda Municipal de Música en la que toca el clarinete, su instrumento preferido además del piano.  

Su juventud la vive entre la marroquinería, su afición por la música y seguir estudiando todo lo que despierta interés en el, por ejemplo la electrónica. La música le cala ya tan adentro que está tentado en varias ocasiones por escapar de su casa y marcharse a buscar nuevos horizontes donde encontrar aquello que ya en él es más que una simple afición.

Antes de marchar al servicio militar va a Sevilla a trabajar con un tío suyo. Esta dos años con él y vuelve de nuevo a Ubrique donde entra a trabajar en la fábrica de Norberto Aparicio. El trabajo lo sigue compaginando con estudiar aquello que le atraer, sobre todo música. 

Llega el servicio militar y tres los años que pasa en Ceuta. En el cuartel le destinan a la oficina y aprovecha para aprender mecanografía. Hay cerca de dicho cuartel un restaurante cuyo dueño le ofrece el que por las noches se haga cargo de las cuentas de las mesas, cosa que acepta y acaba entablándose una estrecha amistad que duraría muchos años después de terminar su estancia allí. Es en Ceuta donde recibe la noticia de la muerte de su padre, al que entierran sin que pueda acudir a despedirle, y al volver a Ubrique se reincorpora a de nuevo a la fábrica de Norberto Aparicio, pero ahora lo hace para trabajar en la oficina. Poco dura en ese puesto pues el maestro de la fábrica, un hermano de Norberto, decide marcharse y este le da la oportunidad de elegir entre el lugar que ocupa ahora o pasar al taller, como maestro o encargado. A él le gusta más la marroquinería y se decide por el taller.



Remedios Pozo y José Sánchez Bazán




Antes de marchar a Ceuta ya había entablado una relación sentimental con una joven que vivía en la calle Botica. Su nombre Remedios Pozo. Aquella relación terminaría en matrimonio que se celebra el 5 de Abril de 1948, y fruto de dicho matrimonio nacen tres hijos: Francisco Javier, en Septiembre de 1949. Tere, en Febrero de 1953 y Ana mari, en Febrero de 1956.

Después de su jornada laboral su tiempo lo dedica a su familia y a sus aficiones. Continúa estudiando música y a oír todo lo que puede con los medios que hay a su alcance en aquella época. También estudia electrónica a la que cada día dedica un rato para reparar las viejas radios de lámparas y los transistores después.

En los años 50 es nombrado concejal del Ayuntamiento, puesto del que dimite algún tiempo después al no estar de acuerdo con algunas de las decisiones que se toman en los plenos y en consecuencia negarse a firmar las actas correspondientes. El tiempo que permanece como concejal propone, entre otras cosas, que al doctor Alexander Fleming se le dedique la calle que tiene ahora (y no el callejoncito que deseaban otorgarle). Y de que se realicen las obras oportunas para subir el agua potable, por medio de las correspondientes tuberías, hasta las viviendas del Carril y del Ubrique el Alto. 


 La familia Sánchez Pozo con la pequeña Mari Carmen





 En el año 1958 muere su suegra, Amalia Álvarez Benítez. Como debe guardar luto, acompañando en el mismo a su esposa por un periodo bastante largo como es la costumbre, decide ocupar parte de su tiempo en casa para estudiar inglés. Llega a dominarlo de tal forma que no tiene problema alguno para comunicarse con aquellos clientes que van a la fábrica y solo hablan dicho idioma. Sigue con su entusiasmo por la música aunque la marroquinería es lo primordial en su vida sacando al mercado nuevos modelos de carteras y monederos. El carácter que tiene le hace acreedor de la amistad y el respeto de sus compañeros. El no los trata como encargado, maestro o jefe del taller sino como unos compañeros más. De ahí el buen ambiente de cordialidad y respeto que se respira en toda la fábrica. Entre los artículos que se producen en aquella fábrica destacan las piezas fabricadas en piel de cocodrilo gracias al tratamiento que le da a dicha piel para hacerlas más atractivas a la vez que más flexibles y cómodas de manejar Dichas piezas en piel de cocodrilo alcanzan tal prestigio en el mercado que nadie ha de preguntar en qué fábrica se han elaborado. Saben por su aspecto y calidad que ha sido en la fábrica de Norberto Aparicio.





 Fábrica de Norberto Aparicio, en la calle Real
Fotografía de Ubrique en el Recuerdo



 Los conocimientos que ha ido adquiriendo en electrónica hacen que su hermano Paco (Paco Bazán), ya entrada la década de los 60 y en la de los 70, recurra a él cuando se presenta alguna incidencia técnica las máquinas que representa y vende. Viendo los problemas que resuelve sin que tengan necesidad de enviar al técnico correspondiente desde Elche hasta Ubrique, le ofrecen que se encargue del mantenimiento de dichas máquinas. Él lo rechaza de plano pues su mundo es la marroquinería.

 En los años 60 inició la que sería su colección de discos con su música favorita. Desde las grandes obras de los clásicos hasta la música de Bandas, destacando de entre estas últimas las marchas procesionales. Más concretamente una de ellas, “La Madrugá”, de Abel Moreno Gómez.

Así van transcurriendo los años hasta que en el mes de Febrero de 1980 enferma su esposa. Un ictus la deja mermada en sus facultades. Aprovechando que a él le dan la baja laboral por varias dolencias que padece se dedica a cuidarla y a oír su música favorita.  Así hasta que en Abril de 1991 padece un nuevo ictus y fallece el 21 de Mayo, es decir al mes siguiente.

La muerte de su esposa le provoca una depresión de la que solo ve posibilidades de salir dejándose llevar por los consejos que se le dan para que forme una Coral polifónica. Acepta con una condición, ha de llamarse “Coral Polifónica Remedios Pozo”.  Todos los componentes que se han ido incorporando a la misma aceptan y debutan extraoficialmente el 8 de Septiembre de 1992 en la Función Principal de Instituto de la Virgen de Los Remedios. Los asistentes salen sorprendidos y emocionados al oír aquel coro. En el mes de Noviembre del mismo año sería su debut oficial con motivo del día de Santa Cecilia. Alcanzan tal éxito que no duda en aceptar el llevar la Coral a Rota, a Chipiona y a Canal Sur entre otros lugares.. Ya, en los años 60, había formado un coro que tuvo la oportunidad de oír el Cardenal de Sevilla, José María Bueno Monreal, en visita cursada a Ubrique. Les invitó a ir a cantar a Sevilla pero en aquella ocasión la responsabilidad le pudo y desestimó la invitación. Pero esta Coral que ha creado y dedicado a la memoria de su esposa va a tener un ciclo muy corto.



Coral Polifónica Remedios Pozo, dirigida por José Sánchez
Parroquia de Ubrique. Domingo de Ramos 1994



En el mes de Septiembre de 1994 le diagnostican una enfermedad que le va a ir deteriorando físicamente hasta verse obligado a dejar la dirección de lo que creó con tanta ilusión. Se acabaron los ensayos y las actuaciones. Ya la Coral, con el nombre de “Remedios Pozo”, pasa a ser historia en la cultura musical de Ubrique.

En el mes de Noviembre de 1995, con motivo de la celebración del día de Santa Cecilia, el Ayuntamiento decide darle un homenaje ofreciéndole un concierto en el que participan la Banda Municipal de Música, la Agrupación Musical y, por última vez, la Coral que decide sumarse a dicho homenaje y dedica su actuación al creador de la misma. El Delegado de Cultura le hace entrega de una placa en reconocimiento por su labor realizada en el terreno musical, pues no solo ha creado a lo largo de su vida más de una Coral de gran prestigio que ha dejado el nombre de Ubrique a un gran nivel sino que también ha enseñado música, de forma altruista, a muchos jóvenes que querían aprenderla. La emoción que le embarga en dicho homenaje es indescriptible.

La enfermedad sigue deteriorando su salud hasta acabar con su vida el 21 de Marzo de 1996. Al día siguiente, y cuando el féretro que porta sus restos mortales se aproximan a la Iglesia Parroquial, las campanas comienzan a tocar a gloria. Así lo quiso el pues su muerte suponía el reencuentro con su querida y añorada esposa.

 José Sánchez Bazán y Remedios Pozo
Jardines del Generalife. Granada




Hoy día, a pesar de los años transcurridos, todas aquellas personas que le trataron y conocieron, bien por la fábrica de Norberto Aparicio o bien por la Coral que fundó, guardan un cariñoso recuerdo suyo y así nos lo demuestran a sus tres hijos cuando nos cruzamos con ellas por la calle. Especialmente emotivos son, y han sido siempre desde que murió, aquellos que tenemos con las personas que fueron sus compañeros de trabajo en aquella fábrica de la calle Real donde tantas horas, y a lo largo de tantos años, compartieron juntos: Amistad, trabajo, dedicación y todo lo que conlleva una relación laboral de tantos años de duración. No hay uno solo de esos encuentros en los que no terminemos con los ojos humedecidos. Ellos por  el respeto y el afecto que mutuamente se tenían. Nosotros por el orgullo y el honor que sentimos por ser sus hijos.

Así era, y así será siempre en nuestros recuerdos y nuestros corazónes, José Sánchez Bazán (Pepe Bazán), mi padre.



Javier SánchezPozo




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3 comentarios:

pilar vallejo Ramos dijo...

es precioso este donde este estara orgulloso de este homenaje

Ubrique en verde dijo...

Emotivo recuerdo hacia tu entrañable padre al que tuve la dicha de conocer y de poder participar de su añorada coral. Hoy en día sigue funcionando gracias a ese empuje inercial que supo imprimir nuestro querido director. Primordialmente en nuestros encuentros personales, estuvimos de acuerdo en afirmar que el Lacrimosa de Mozart era la pieza musical por excelencia. Van para él mis "lácrimas"
pero de alegría pues pude disfrutar de su sabiduría y grandeza interior y ahora está junto a su amada Remedios, la mujer que inspiró la oportunidad a Ubrique de tener una muy honorable coral polifónica. Un beso a tus hermanas Ana y Tere y a tí Javier, un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Me he emocionado al leer la bibliografía que escribe mi primo Javier sobre su padre, cuantas vivencias se me vienen a la cabeza sobre mi niñez relacionadas con esta familia.
Muchas cosas tendría que decir de mi Padrino Pepe Bazán, sus grandes conocimientos de música, fotografía, inglés, electrónica, etc.. y sobre todo su gran sentido del humor.
Con este pequeño comentario diria que mi Padrino ha sido un gran humanista que ha dado nuestro pueblo.
Francisco Esquivel Benítez
Ahijado de José Sánchez Bazán