lunes, 9 de julio de 2012

¿Qué fue de La Cerca?

Manuel Cabello mirando cómo desaparecía "La Cerca"
A finales de los ochenta


Por Esperanza Cabello

El sábado contábamos algunas historias del campo de la familia Cabello, "La Cerca", y hoy, curiosamente, hemos encontrado algunas fotografías que nuestro padre hizo a finales de los ochenta, mientras la Cerca desaparecía.
Realmente cuesta trabajo creer que nuestro campo estaba donde hoy viven tantos ubriqueños, en la urbanización "La Ladera". Los hermanos Cabello decidieron vender una parte de la finca unos cuantos años después que murieran nuestros abuelos. 
Era una época de expansión de Ubrique, en los años ochenta, y el ayuntamiento declaró urbanizable una zona en los olivares que ocupaba la mitad de la finca y muchas otras. Los hermanos pensaron que lo mejor era vender justo esa zona urbanizable, donde estaban la casa, el nacimiento, la alberca, los eucaliptos y las palmeras.
A nuestro padre le costó un mundo deshacerse de aquel campo, y después, con el montón de problemas que les dieron las obras de la urbanización, aún fue peor. Les quedó una entrada complicada, por una escalera difícil que construyeron para acceder a la propiedad de los hermanos Cabello, y el muro de contención que después hubo que construir para proteger las viviendas se hizo en nuestro terreno, porque la constructora no había previsto este problema.



El campo familiar fue sustituido por La Ladera y Mirasierra, dos urbanizaciones



Pero el progreso continuó inexorable, las grúas y el hormigón sustituyeron a los olivos y las encinas, y las calles asfaltadas a las veredas de las cabras. El manantial se cegó (aunque algunos años sigue saliendo por los garajes de los vecinos) y las palmeras traídas de Argentina se cortaron sin más.
Intentando pensar qué nos quedó de recuerdo, hemos recordado que la cancela está en el que fue el campo de nuestro hermano Manuel, y las butacas de mimbre han estado en casa de nuestros padres muchísimos años, quizás aún estén allí.
Aparte de eso, de la Cerca solo queda el recuerdo... Bueno, y la otra mitad de la finca, la que no se vendió, nuestros tíos Antonio y María Remedios se encargaron hace un par de años de recuperar toda la documentación del terreno. Pero, claro, la Cerca nunca será la misma...


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