viernes, 29 de enero de 2010

En clave de Carnaval

La denuncia de Cayo el Ocurritano



Hemos recibido una nota de un “antiguo” conocido de este blog ,se trata de Cayo el Ocurritano, el lapicida que talla columnas.

En su escrito nos muestra su indignación por robo del que ha sido objeto en los días pasados, pero mejor dejemos que él nos cuente cómo ha sucedido:


"Actualmente me encuentro realizando una serie de elementos de piedra tallada para un pedido que tengo que entregar a finales de Febrero. Entre ellos se incluyen dos columnas de piedra que tenía prácticamente terminadas y que el otro día desaparecieron misteriosamente del lugar donde las estaba tallando, por lo que cursé la oportuna denuncia. (Un conocido me ha facilitado el impreso aunque no lo hay original dedicado al robo de columnas).

Posteriormente me informaron de la noticia de la aparición de las columnas que dio este blog pero que sepan que no pienso retirar la denuncia y además la adjunto para que todos la vean".

CAYO EL OCURRITANO


P.D.: Escribo esto en español y no en latín porque no estoy para bromas.


Leandro Cabello Izquierdo



Un avión de guerra sobre Ubrique

Aviones de la Guerra Civil Española(imaginart)
Por Esperanza Cabello
El tiempo pasa, y los recuerdos van modificándose poco a poco a medida que éste transcurre. Afortunadamente.
El recuerdo de nuestros abuelos se traslada a los primeros años, y los recordamos como abuelos, cuando éramos pequeños, cuando nos cuidaban y nos contaban historias.
Nosotros nacimos y nos criamos en la casa de nuestra abuela, en la calle San Pedro. Éramos muchos niños, jugábamos y corretábamos por los immensos pasillos de aquella casa que nos permitía jugar a romanos, a indios, a cualquier cosa...
Nuestra abuela era genial, como todas las abuelas: hacendosa, decidida, cariñosa... y contaba unas historias fantásticas mientras nos arropaba o nos tranquilizaba.
Una de las que más miedo nos daba era la del avión, aunque siempre terminaba sin bombas:


"Hace muchos, muchos años, vivíamos en la calle Real, yo tenía cinco hijos muy pequeños, y vuestro abuelo había ido a Madrid para vender monederos. Este pueblo era muy tranquilo, pero, un día de verano (el 26 de julio) hubo un tiroteo a la entrada. Había una gente que se había levantado en armas y se peleaban unos y otros a balazos.
Nosotros teníamos mucho miedo, temíamos que llegara la guerra.

La mañana siguente oímos un ruido extraño: era un avión. Toda la gente salió a la calle a ver qué era eso, y, de repente, el avión empezó a lanzar papelitos blancos.
Vuestros tíos salieron corriendo a coger los papelitos, y cuando los leímos nos asustamos aún más: era una amenaza. Nuestra abuela había aprendido la amenaza de memoria (como otras muchas personas de este pueblo):

"Si en el plazo de cinco minutos, a partir de este momento, no son entregadas todas las armas en lugar visible, delante del puesto de la Guardia Civil y cubiertas azoteas y tejados con sábanas blancas; será bombardeado ese pueblo con bombas que lleva este avión".

Nosotros preguntábamos aterrados si los habían bombardeado, pero nuestra abuela nos tranquilizaba:
No, no nos tiraron las bombas, todo el mundo puso las sábanas blancas en las azoteas y no nos tiraron bombas. Unos días más tarde llegaron las tropas, empezó una guerra terrible y entonces hubo muchos muertos".



Años más tarde, nuestro padre nos contaba la misma historia, e intentó conseguir alguna de aquellas octavillas. Pudimos ver algunas, pero siguieron con sus dueños.
Nosotros estábamos empeñados en que la historia del avión no se perdiera, y en nuestro empeño hemos encontrado una de esas octavillas, que ilustra esta entrada para que no olvidemos nuestra historia.




Octavilla lanzada por un avión sobre Ubrique
el 27 de julio de 1936


Durante la guerra civil muchos ubriqueños y ubriqueñas murieron, los aviones de guerra volvieron a pasar por nuestro cielo y nuestro pueblo sufrió lo indecible.
Las denuncias de unos a otros se llevaron por delante a muchas buenas personas, algunas de nuestra familia, que murieron por defender ideales o, lo que era peor, sin saber por qué.
En Ubrique Info podemos leer un artículo de Fernando Sigler que nos acerca un poco más a esta época que no debe repetirse jamás.

Esperanza Cabello Izquierdo

Nota de noviembre de 2015: pinchando en este enlace podemos oír a una de las ubriqueñas que vivió esta época, nuestra amiga Consuelo Bohórquez, ya fallecida, recitando el texto de la octavilla, se lo sabía de memoria desde pequeña.


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jueves, 28 de enero de 2010

En un lugar de la Mancha...


Hoy volvemos a estar de suerte. Nuestro amigo Pepe Gómez, integrante del grupo deMisión Rescate 208 y alumno de nuestro padre durante muchos años, nos ha mandado de nuevo un recuerdo de aquellos años.
Cada vez que le daban un premio, Manuel Cabello cogía su "Dos Caballos" azul matrícula de Málaga sin letra, las maletas, los alumnos y echaba a andar Despeñaperros arriba en un viaje interminable. Para los niños era increíble, la experiencia de sus vidas. tenían que hacer una y mil paradas porque el coche se calentaba, y el viaje duraba a veces dos días.
Después en Madrid, el hotel, la prensa, las fotografías, los apretones de manos a las autoridades, los juegos con otros niños como ellos que venían de todas partes de España. Les hacían reportajes, salían en "la tele". Nunca se habían visto en otra, y disfrutaban de lo lindo.
Hoy Pepe, que actuaba en muchos casos como fotógrafo del grupo, nos dice:


"Esta foto , de una parada en una venta cuando la recogida del premio a Madrid en la carretera de la Mancha, un viaje inolvidable .

Los integrantes son:

Don Manué...- sí, sí, don Manué; Pepe G., Jose Mª Reguera , Pepe Peña , A. Soto , Jesus Casilla y Juan Zurita."


Muchas gracias por este recuerdo que podremos añadir a los que don Manué guardaba con tanto cariño.


Esperanza Cabello Izquierdo

martes, 26 de enero de 2010

Los Méritos de Misión Rescate

Francisco Collado y Manuel Cabello con sus alumnos
Integrantes del Grupo 208
Misión Rescate
Ubrique, 1972



Volvemos a Misión Rescate. Hoy nuestro amigo José Gómez nos ha enviado una fotografía del grupo en el año 1972 (los integrantes del grupo iban variando según los cursos y las campañas). En esta ocasión eran los tiempos "gloriosos" del programa. Acababan de recibir el Trofeo de Plata e iban a recibir, en la siguiente campaña, el Trofeo de Oro que tan famosos les hizo. Nuestro padre escribía en el año 1973:


"En febrero de 1970 habíamos recibido noticias de la dirección del Programa en el sentido en que el grupo 208 sería mencionado en un programa de TVE. Para que en todo el pueblo se supiera ese mensaje hicimos unas octavillas en la imprenta y las repartimos por todos los rincones. Pero aquello fracasó: un fallo en Guadalcanal nos imposibilitó ver la transmisión. ¡Lástima!

Por aquellas mismas fechas habíamos captado tan bien la atención de nuestros munícipes que nuestro Ayuntamiento se reunía para rotular una calle con el nombre de "Misión Rescate".

Ya en mayo se nos comunicaba que éramos premiados con el primer Trofeo al Mérito de Misión Rescate. Este premio se entregaría en Sevilla. Allí acudimos todo el grupo, familiares y autoridades ubriqueñas. Un gran alarde de prensa y radio daría amplia difusión al acto.
Dejando aparte toda la actuación de los organizadores, presidido por el entonces director de emisoras de Radio Nacional de España; nuestro actual alcalde, el señor Vega Román, era portador del acta del acuerdo tomado en el Ayuntamiento de Ubrique para rotular con el nombre de Misión Rescate una glorieta ubriqueña.
Aquel fue un trofeo de un amplísimo sentido para nosotros y Ubrique, ya que, como dijo don Aníbal Arias, creador del programa, “con él se trata de recompensar la labor de los grupos mejor organizados y que han dado mayores pruebas de constancia en el trabajo. Se otorga uno por cada región, pero tan parcamente que en esta campaña, que termina en septiembre, aún no hemos dado nada más que éste.”
Ya a partir de entonces podíamos decir que Ubrique había roto sus fronteras.
Recibimos numerosas felicitaciones de diversas personalidades y grupos de Misión Rescate. Con ésto nacía una amistad, estrechada por los lazos de las mismas ilusiones. Y hoy nos podemos sentir orgullosos de que Ubrique, rompiendo, como hemos dicho, sus fronteras, sea conocido no sólo por la piel que le dio fama, sino por sus labores en Misión Rescate. Pero... sigamos.
Durante el verano del 70, tuvimos dos visitas muy interesantes: la del catedrático de Paleontología Cristiana de Granada, y la del director del Instituto Alemán de Madrid, el profesor Gämer, todos ellos conocedores ya de un Ubrique arqueológico.
Varias publicaciones nos dedican algún apartado de sus escritos, pero creemos el de mayor interés, cuando ante más de 5.000 espectadores (lo recopilamos de nuestro informe (3º Comunicado, 5ª Campaña, 30-11-70) y lo transcribimos) el poeta gaditano D. Jesús de las Cuevas, templó su voz ante tan numerosa concurrencia para alabar al grupo ubriqueño.
Al principio del verano del 70, tuvimos el honor de recibir en este bendito pueblo al director y creador del Programa Misión Rescate, don Aníbal Arias Ruiz, el cual pasó con nosotros unas horas que esperamos que fueran agradables, a pesar de lo que llovió aquellos días".



Diploma al Ayuntamiento de Ubrique
Como Miembro de Honor de Misión Rescate


Estaba todo el pueblo tan implicado en las actividades arqueológicas y nos sentíamos tan importantes por haber recuperado parte de nuestro patrimonio, que hasta el Ayuntamiento recibió la mención de Miembro de Honor de Misión Rescate. La implicación de todos era lo más llamativo. Aún se conserva ese diploma colgado en el Ayuntamiento.


Primer Premio Nacional al Mérito
para el Grupo 208


Ubrique, 26 enero 2010. Esperanza Cabello



lunes, 25 de enero de 2010

Ubrique, recuperando y protegiendo nuestro patrimonio.

Familia Janeiro Rubiales
Casilla de peones camineros a la salida de Ubrique Años 20



En los últimos años de han demolido dos edificios cuya pérdida hemos lamentado profundamente; la auténtica Plaza de Toros de Ubrique, a la que hemos aludido en tantas ocasiones y sobre la que han escrito los historiadores ubriqueños, perdida para siempre por intereses económicos y un "estúpido montón de dinero".
El otro edificio era más sencillo, y no oímos que nadie llorara, excepto una pequeña que debe de llevar en los genes el afán de proteger nuestro patrimonio que tenía su abuelo, Manuel Cabello.
Era la sencilla y preciosa Casilla de Peones Camineros de la salida de Ubrique. No la de la fotografía, que esa era más antigua y se fue cayendo con el paso del tiempo, sino la que estaba donde ahora luce una "preciosa" gasolinera y se levanta un "bello" supermercado, llenos los dos de historia.
Construida en los años 20 en un alarde de modernismo, la casilla de peones camineros era un hito a la entrada de Ubrique.
Al empezar a construir los polígonos nuevos, esos que se entremezclan con las viviendas de la Vega, y que son una maraña de mini-calles , parecía que iban a respetar la casita.
Nos constaba que había varios proyectos para su reutilización y el edificio era valioso en sí, no sólo como muestra de la arquitectura ubriqueña de principios del siglo pasado, sino por los magníficos azulejos de Triana y las tejas esmaltadas que lo decoraban, además de las dos hornacinas pintadas a mano. La verdad es que confiábamos en que iban a proteger esta obra de arte.



La Fuente de San Francisco, entrada a Ubrique
Trabajos de reorganización urbanística, 1991
Foto de Manuel Cabello


Nuestro padre había presentado al Ayuntamiento el 1991, fecha en que se empezó a organizar la zona de la carretera de Cortes desde el punto de vista urbanístico, un escrito proponiendo que se utilizara esa casa como Oficina Municipal de Turismo, y se aprovechara su amplitud para exponer una muestra de artículos de piel antiguos, que hablaran de nuestra historia y nuestras habilidades artesanas.
Más tarde otros colectivos presentaron diferentes proyectos para su reutilización, ya en el siglo actual.
Así que nos quedamos desolados cuando una tarde, en nuestro habitual paseo hacia la Vega, comprobamos con horror y estupefacción que la habían demolido. No quedaba nada. Nuestra hija pequeña no se lo podía creer "Mamá, la han tirado, enterita, no nos han dejado nada".
Recorrimos las ruinas y recuperamos varios trocitos de azulejos, que guardamos aún, unas cuantas plantas de lirios, que plantamos en nuestro campo, y varias piedras de Tarifa, de las talladas a mano. Eso fue todo lo que quedó de la Casilla de Peones Camineros de Ubrique.
Quizás a quien se enriqueciera con esta destrucción le valiera la pena.

Nuestro padre no se habría estado callado, él pensaba que nuestro patrimonio era sagrado, desde lo más mínimo hasta los grandes edificios, todo merecía la pena, son retazos de nuestra historia y hay que cuidarlos.



Los Nueve Caños, años 60

Cuando alguien nos visitaba hacía de orgulloso guía improvisado de nuestro pueblo, y se vanagloriaba de las fuentes, las plazas, los azulejos, los monumentos. Hacía escritos a todas las autoridades para que el Convento, el San Juan y el San Pedro fueran restaurados y recuperados (hoy estaría muy contento). Intentó por todos los medios que en el Rodezno se recuperara una tenería y un molino. Recogemos el testigo para recordar a nuestros mandatarios que tienen un deber con todo el pueblo y tienen que mantener y conservar nuestro patrimonio cultural por encima de tantos intereses económicos. Cuando la recuperación era fácil, la hacía con sus propias manos, así restauró la Cruz del Puerto, en la carretera de Benaocaz, el Vía Crucis del Calvario y el Vía Crucis del padre Buenaventura. La Cruz del Puerto la robaron hace muchos años unos desalmados, y los dos Vía Crucis vuelven a estar desaparecidos.



Vía Crucis del Padre Buenaventura de Ubrique
Placas recordando su restauración en 1978

Foto: Manuel Cabello


Cuando la recuperación era fácil, la hacía con sus propias manos, así restauró la Cruz del Puerto, en la carretera de Benaocaz, el Vía Crucis del Calvario y el Vía Crucis del padre Buenaventura.
La Cruz del Puerto la robaron hace muchos años unos desalmados, y los dos Vía Crucis vuelven a estar desaparecidos.
Restauración del Vía Crucis del Calvario Publicado en el libro "Ubrique, encrucijada histórica" Foto: Manuel Cabello


Otro de sus lugares preferidos era el "Puente Romano" del Naranjal. No se trata en realidad de un puente romano, puede que sea medieval o incluso posterior (forma parte de la Calzada que va a Jimena), pero los niños lo llamábamos así, y cuando en las tarde de paseo o en los días de paella en la Vega pasábamos por la zona, siempre cruzábamos por nuestro "Puente Romano"
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Puente "romano" de la calzada de Jimena
Conocido como "Puente la Manga"
Foto: Luis Eduardo Rubio Bernal, enero 2010

Nuestro padre sentía especial interés por este puente, lo mismo le pasaba con el puente de Carlos III, pensaba que eran dos obras de arte y como tal había que protegerlas.



Puente de Carlos III
Litografía de principios de siglo
(Cortesía de Los Callejones)

El "puente de Carlos III" estuvieron a punto de demolerlo, porque alguien pensó en un momento dado que era el causante de las inundaciones en la zona baja del pueblo. Afortunadamente todo el mundo estuvo de acuerdo y no corrió la misma suerte que su vecina (la Plaza de Toros). Hoy lo conservamos orgullosos y podemos seguir cruzándolo.

Puente "romano" de la Calzada de Jimena
Foto: Luis Eduardo Rubio Bernal, enero 2010

Y nuestro "puente romano" ahí sigue, solito en medio de la crecida descontrolada del río. Ha soportado este invierno los embates del trasvase, y ha aguantado él solito, con sus años y su vejez, toda la fuerza del agua embravecida.
¿No es eso suficiente muestra para que hagamos algo por él?
Quizás en unos años haya desaparecido, y con él un trocito de nuestra historia.
No debemos esperar a entonces para lamentarnos. Desde aquí hacemos un llamamiento a quien corresponda para que tome cartas en el asunto y cuando reparen los caminos de la Vega reparen y protejan nuestro "puente romano", quizás separándolo un poco de la corriente, para que así pueda conservarse y nuestros nietos no hayan perdido aún más su patrimonio.


Esperanza Cabello Izquierdo, enero 2010
 
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sábado, 23 de enero de 2010

En clave de carnaval

Dos columnas enteramente romanas


Descubiertas dos columnas romanas.

Días pasados han aparecido en las proximidades de Ubrique un par de columnas de gran tamaño .El hallazgo tuvo lugar el pasado día 20 por miembros del club de senderismo “Los poco fuelle” en la zona de la garganta Millán, el hecho fue puesto rápidamente en conocimiento de las autoridades culturales.
No se hizo esperar la llegada en el amarillo de las 8 de la arqueóloga Mari Pili Quejigo.
La señorita Quejigo en un primer análisis ocular confirmó que se trataba de dos columnas, posteriormente se envió una muestra al laboratorio de análisis clínicos de la Avenida de España.
Los datos analíticos dan una fecha aproximada de la factura de dichos elementos arquitectónicos (según el método del carbono 14, conocido por todos), concretamente datan del día 5 de Diciembre de 2009 a las 11,35 de la mañana.
No contenta con estos datos la arqueóloga pidió un poco más de concreción y se sometió a las muestras a una nueva analítica dando datos positivo en colesterol y transaminasas (lo demás bien).
Después de una somera limpieza fueron depositadas en la sede de la asociación Madre Coraje que es donde actualmente se entregan las cosas antiguas o usadas.



Las columnas a la espera de su traslado


Leandro Cabello Izquierdo, enero 2010

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viernes, 22 de enero de 2010

La lotería en Ubrique


Décimo de Lotería, 1926


Hace un par de meses hablábamos de la relación de la familia con la lotería, incluso estábamos convencidos de que nos iba a tocar "el Gordo". Pero, como era lógico, no nos tocó, esta vez ni siquiera para comprar un décimo del niño.
Aunque el 06.032 no nos trajo dinero, sí que nos ha traído muchas historias, cada vez más interesantes, como la de hoy: los primeros tiempos de la lotería en Ubrique.




Décimo de lotería, 1923

Los padres de nuestra tía Isabel, Antonio e Isabel, tuvieron ocho hijos. La mala fortuna quiso que Antonio muriera muy joven, en 1933, y la viuda se quedó con sus ocho hijos a los que cuidar.
Una vez terminada la guerra, en el año 1940, Isabel solicitó al Estado que le concedieran una Administración de loterías.
Al ser viuda y con una familia tan numerosa, le fue concedida la petición, y toda la familia se dispuso a montar el negocio.


Décimo de lotería, 1929


Abrieron una ventanilla en la casa familiar, en la Calle Botica, y su hermano Humberto, que era fabricante de fichas de dominó, fabricó un gran letrero (con el mismo material que las fichas) en el que se podía leer: "Administración de Lotería Nacional Número 1".



Décimo de lotería, 1947


Pasaron los años, y la familia vivió siempre de la administración. Isabel madre vendía mucha lotería, la economía mejoraba en el pueblo y a los ubriqueños les gustaba jugar. En los primeros años, Isabel Janeiro Rubiales vendía ¡Hasta ocho mil pesetas! para el sorteo de Navidad...



Décimo de lotería, 1951

En 1956, dieciséis años después de haber abierto, la madre de Isabel murió. Su hija, como era soltera, pudo heredar el negocio familiar, aunque antes había estado trabajando en dos petaquerías: en la de Francisco Cabello y en la de Norberto Aparicio.


Décimo de lotería, 1952

La Administración de Lotería número uno de Ubrique estuvo abierta durante cuarenta y seis años, hasta el año 1986, en que Isabel se jubiló.
En esos cuarenta y seis años Isabel dió doce veces el premio gordo.
Recuerda con especial cariño el año en que, justo por feria, dió el segundo y el tercer premio al mismo tiempo. Muchos ubriqueños fueron agraciados y fue una feria especialmente alegre.
El premio más gordo que ha dado a una sóla persona fue de más de cincuenta millones de pesetas.
Isabel está muy contenta de haber podido llevar este negocio, porque le ha permitido estar en contacto con muchos paisanos y conocer a mucha gente. Ha podido comprobar cómo cambiaba la economía del país, porque si 8.000 pesetas de lotería de Navidad vendía su madre, ella vendía más de 8.000.000 de pesetas.
Hoy nos ha proporcionado esta pequeña colección de décimos, desde 1923 hasta 1971.


Décimo de lotería, 1956


Décimo de lotería, 1957


Décimo de lotería, 1961


Décimo de lotería, 1961


Décimo de lotería, 1962


Décimo de lotería, 1965


Décimo de lotería, 1966


Décimo de lotería, 1971


Décimo de lotería, 1971

jueves, 21 de enero de 2010

En clave de carnaval

El ex-cerro de la piscina

Hoy ofrecemos una magnífica noticia, que en principio era rumor, pero hemos podido contrastar en "El Eco del Carnaval":

Nace en Ubrique una nueva asociación denominada:

"ASOCIACION DE AMIGOS DEL CERRO DE LA PISCINA SUR PORQUE PARA EL NORTE LLEGAMOS TARDE".

Su presidenta, Rosa Caliza, se ha puesto en contacto con nosotros para que le demos publicidad en este blog a la Asociación. La señora Caliza también nos invita a conocer las dos páginas webs que han creado, una masculina y otra femenina,-en tiempos en los que se busca la igualdad es lo mejor- nos comenta Rosa.
La primera se llama:

http://www.yomeenrrolleporprimeravezenelcerrodelapiscinaalgarroba.com

Y la segunda página:
http://www.yovialospecosgratisdesdeelcerrodelapiscinaalgarroba.es

En recuerdo de la actuación que hizo ese simpático dúo en la plaza de toros portátil situada donde hoy está el pabellón.
En la página masculina destaca un artículo cargado de sentimentalismo y emoción, característico de este género en el que se puede leer:


“Yace el cerro derrotado,
inerte, inánime
como jirón de roca desgarrada
como cantera a la que se le arranca
la ultima roca
Delante, los vencedores
las maquinas infernales humanas
exhibiendo su siniestra sonrisa gasólea
esperando a la próxima víctima”


En la pagina femenina (que son más practicas para estas cosas) podemos leer:

"Una vez que ha disminuido el cadudal de agua después de las ultimas lluvias y ante el problema que ocasiona la mutitud de piedras arrastrada por el agua, el Ayuntamiento, en un difícil equilibrio presupuestario ha decidido volver a emplear a los camiones y maquinaria para que en el menor plazo posible dicha cantidad de piedras situada en estos momentos en el cauce del río de Ubrique sean depositadas en el cerro norte de la piscina quedando perfectamente reconstruido".




Imagen de río a la altura de colegio Fernando Gavilán



Leandro Cabello Izquierdo, enero 2010



martes, 19 de enero de 2010

Carnaval en Ubrique, años 20 y 30

Los primos Janeiro Rubiales
con sus sombreros autóctonos
Carnaval de Ubrique, 1928


Carnaval de Ubrique, 1938


Carnaval de Ubrique, 1923



Carnaval de Ubrique, 1925


Carnaval de Ubrique, 1923


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lunes, 18 de enero de 2010

Nuevas fotografías: el cementerio de Ubrique

Ubrique, vista general, año 1934/1935
(pinchar sobre la imagen para ampliar)



Hemos encontrado un nuevo "tesoro", se trata de una fotografía general de Ubrique a mediados del siglo pasado (nuestra madre dice que será de 1934 o 1935), pero desde una perspectiva inimaginable, hasta ahora.

Nunca habíamos visto el "nuevo" cementerio de Ubrique de esta manera. La fotografía está tomada desde el actual mirador de Las Cumbres, y podemos ver que el pueblo está al otro lado del río y que Los Callejones no existen aún.
Decimos "nuevo" cementerio porque en Ubrique han existido varios: en principio el cementerio estaba en el actual casco antiguo, entre la Parroquia y la calle de Las Ánimas, porque la población residía fundamentalmente en la zona de La Torre. También había enterramientos dentro de la Ermita de San Juan de Letrán.

Más tarde lo pasaron a espaldas de la ermita del Jesús, sacándolo del centro de la cuidad, más o menos donde está la cancha. Ese cementerio estuvo allí hasta hace un par de siglos.
Por otra parte, los monjes del convento tenían otro cementerio junto al edificio, al lado de las huertas, pero ése era solamente para religiosos.

Finalmente construyeron el cementerio de San Bartolomé, el que hoy conocemos, en unos terrenos cedidos por el diputado Bartolomé Romero, y que fue inaugurado a finales de siglo. Don Pedro Bohórquez Piñero, que fuera Diputado en las Cortes de Cádiz, fue, según nos cuenta nuestra tía María de los Ángeles Janeiro Carrasco,  uno de los primeros ubriqueños que se enterraron en el nuevo cementerio, aunque los restos de algunas personas que habían muerto con anterioridad fueron trasladados allí. Nuestra tía Isabel Álvarez nos cuenta que recuerda cómo su abuelo, Manuel Janeiro, trasladó los restos de su primera esposa, Isabel Rubiales, al nuevo cementerio.
Entonces la mayoría de los enterramientos eran en tierra, pues apenas había mausoleos y aún no había nichos. La familia Reguera hizo construir una ermita.
A nosotros de pequeños nos llamaba terriblemente la atención la separación para enterrar a los no católicos, o a los que no tenían derecho a estar enterrados en el cementerio (parece mentira que en épocas anteriores se les negara el derecho a ser enterrados con los demás a los actores, por ejemplo).

Nuestro padre contaba, como un chiste, que sobre la tumba de uno de sus parientes al que le gustaba mucho el mosto, muerto hacía mucho tiempo, había brotado una parra exuberante. Suponemos que ese chiste se haría de más de uno.


.Ubrique, 18 de enero de 2010



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domingo, 17 de enero de 2010

Nuestra genealogía

La familia Rubiales
Fotografía recuperada por Cristóbal Pérez Rubiales


Cada día recibimos regalos nuevos para el blog, porque afortunadamente contamos con una gran familia y muchos amigos que nos acompañan, nos informan y nos envían, como hoy por ejemplo, fotos históricas y familiares.
Hoy ha sido nuestro primo, Cristóbal Pérez Rubiales, quien nos ha enviado estas fotografías de la familia durante la primera mitad de este siglo, realizadas en la casa "de la Rubialita" en la calle San Sebastián.
Empezando por el lado superior derecho de la fotografía, encontramos semiescondida a Josefa García Angulo, esposa de José Rubiales Coveñas; la joven es Francis Pan Rubiales, y junto a ella Isabel Rubiales García; más a la derecha Isabel Ramos Rubiales y su tía Ángeles Rubiales García; el hombre que está en el interior de la casa es José Balgaró, y los niños son José Balgaró Rubiales (que vive en Igualada) y en primer plano Juan Rubiales Maza.
Cristóbal señala, como curiosidad, que los sombreros de los niños eran los que hacían en la familia.



Josefa García Angulo
a la edad de 97 años

La segunda fotografía familiar es la de Josefa García Angulo, bisabuela de Cristóbal y esposa de nuestro tío-bisabuelo José Rubiales Coveñas. Como explicamos en entradas anteriores, José Rubiales había muerto en Cuba durante un viaje en el que llevaba a su hijo Odón a ese país. Josefa y José se casaron en 1917 y tuvieron ocho hijos, Pedro, Cristóbal, Paco, Odón, Josefa, Ángeles, Isabel y Celia.
Josefa luchó y trabajó toda su vida por sacar adelante a sus hijos, a pesar de ser tan numerosos y haberse quedado viuda. La familia vivió en la casa de la Calle San Sebastián, con su cuñada Ángeles Rubiales Coveñas y Francisco Guerrero González, que no habían tenido hijos. Josefa murió a los 99 años, y se mantuvo activa todo el tiempo, era tan buena haciendo croché, que fue capaz hasta el último momento de sacar las muestras más complicadas.


La familia Rubiales
luciendo sombreros (1950?)
Fotografía recuperada por Cristóbal Pérez Rubiales


En esta tercera foto encontramos casi a las mismas personas que en la primera. Empezando por arriba a la izquierda está José Balgaró Rubiales y detrás su madre, Celia; la siguiente es Isabel Ramos Rubiales, y en la primera fila se encuentran Ángeles Rubiales García, Francis Pan Rubiales y un divertido niño disfrazado de chino que no es otro que Juan Rubiales Maza.

Nuestro primo Cristóbal insiste para que nos fijemos en que todos llevan sombreros de los confeccionados por la familia.

De fieltro de conejo, de paño del batán, de tela o de paja, la familia Rubiales se dedicó mayoritariamente en Ubrique a la fabricación de sombreros, mascotas, castoras y gorras. Nuestra tía Isabel nos ha explicado que esta tradición viene de la parte Coveñas de la familia, por nuestra tatarabuela Isabel Coveñas Orellana.

Le agradecemos a Cristóbal y a Pepa toda la información que nos están proporcionando, fundamental para conocer la historia de la familia.

Ubrique, 15 de enero de 2010






sábado, 16 de enero de 2010

La Genealogía de la Familia Olivares

Árbol genealógico parcial desde
Juan de Olivares (abuelo de Miguel y Francisco)
hasta los hijos de éstos.
(Pinchando sobre la imagen se ve ampliado)



Eduardo Carlos Olivares y Remedios, el descendiente de la familia Olivares residente en Virginia, que se había puesto en contacto con nosostros hace unos días buscando la genealogía de su familia, nos ha enviado varios árboles genealógicos de su familia que se remontan al siglo XVII, nos ha pedido que le ayudemos a indagar sobre sus orígenes y nos ha pedido que hagamos públicos estos documentos para que cualquier persona interesada pueda utilizarlos y cualquier persona que tenga datos pueda acceder a él.

Eduardo ha podido confeccionar estos árboles con los datos que un pariente español, Francisco Ruiz, profesor en la Universidad de Sevilla, recabó en el Archivo Histórico de la Universidad de Sevilla en el año 2006, donde se pueden encontrar todos los documentos relacionados con la familia Olivares hasta el abuelo de Miguel.



Tarjeta de visita
de Eduardo Olivares


En los últimos días hemos tenido buenas noticias para la historia de Ubrique. Manuel Castro, de la Asociación "Papeles de Historia", ha publicado varias entradas en el blog "Los Callejones" con más datos sobre este ubriqueño, y ahora podemos además contar con el árbol genealógico de su familia, que desde aquí le ofrecemos por si fuera de utilidad en sus trabajos sobre este ubriqueño, ya que está preparando una publicación para este año.




Árbol genealógico parcial
de los descendientes de
Francisco Olivares Guerrero




Tercer árbol genealógico parcial
Descendientes de Juan Manuel Olivares






Árbol genealógico de
Eduardo Carlos Olivares y Remedios



Éstos son los documentos que Eduardo Carlos Olivares nos ha pedido que hagamos públicos. Su interés fundamental es reconstruir en la medida de lo posible su árbol genealógico.

Podemos encontrar más datos sobre esta familia en los fondos antiguos digitalizados de la Universidad de Sevilla, o en el Registro Internacional de Armas Gentilicias, como se apunta en la Cadizpedia.

Pero lo realmente interesante sería ir más atrás y remontarse al siglo XVII ¿Lo conseguiremos? Seguro que en los Archivos de Cádiz, ciudad a la que se trasladó la familia, tendremos más suerte. Nos encantaría poder ayudar a Edward, porque su trabajo nos recuerda mucho al de nuestro padres, que recorrió archivos de medio mundo buscando documentos de su familia y de familias de otros ubriqueños.

Por ello pedimos a cuantas personas puedan darnos alguna información se pongan en contacto con nosotros, desde Ubrique, lugar de nacimiento de Mariana de Morales, Arcos, lugar de nacimiento de Rosalía Jiménez (esposa de Francisco) o Antequera, lugar de nacimiento de Vicente Olivares Carnerero, padre de Miguel y francisco, en cuya iglesia de San Sebastián fue bautizado.



Esperanza Cabello Izquierdo
Ubrique, 15 de enero de 2010